jueves, 28 de octubre de 2010

Todos queremos lo mejor...

... para nosotros mismos, y para los nuestros más que nada. Veamos ésto desde el punto de vista del amor: yo no soy madre, pero sé lo mucho que se puede querer a los hijos, y que por ellos, más que por nosotros mismos, se hace cualquier cosa. Y no creo que nadie desee ver a sus hijos pasar hambre... ninguna desgracia. Yo daría la vida. Y, si para darles todo éso es necesario marcharse fuera, por duras que sean las condiciones, por muy putas que nos las hagan pasar, se va. Y tengamos presentes a las personas que vienen en pateras (no sólo a los gitanos rumanos): ellos realmente arriesgan su vida, pero prefieren jugársela porque, si hay suerte de llegar vivos, sus familias vivirán mejor (al menos ésa es la idea con la que ellos parten de su tierra, creo).
Porque, todo es tan complicado... pero a la vez tan sencillo de ver... si miramos al resto del mundo, hasta en la más olvidada región, hasta a los mismos animales, salvajes o no... todo se hace por amor a los nuestros, para buscar lo mejor.


Realmente, creo que el mundo se mueve por dos cosas: el AMOR y el DINERO (y, visto lo visto, en esta mierda de sociedad esto último es lo que más tira).




Andrea Cabrero Fernández

2º BACH.
IES CAUCA ROMANA